En 2030 Santander será reconocido por liderar su transformación social a partir de una educación de calidad, pertinente y para todos sus habitantes.

Contará con un modelo educativo articulado con las necesidades de la región y del mundo, que impulse currículos pertinentes, que involucre al sector productivo empresarial, empodere a los padres de familia como veedores de propuestas y acciones transformadoras y brinde oportunidades de desarrollo de competencias para la formación de ciudadanos solidarios, responsables y democráticos.

Asimismo para la primera infancia como pilar fundamental de la educación, se garantizará la aplicación de la política nacional de atención integral en todos los municipios de Santander y se contará con programas e iniciativas propias que promuevan el desarrollo de capacidades creativas y competencias ciudadanas.

El maestro se destacará por su clara función social y los directivos docentes fortalecerán ese rol con el liderazgo de su gestión, al que imprimirán un carácter estratégico.  Los maestros se formarán de manera permanente para actualizar su conocimiento y fortalecer su función pedagógica.  Bajo el concepto de Centro de Innovación Pedagógica, las universidades y escuelas Normales ajustarán sus programas a las necesidades de la región y del mundo y desde allí se liderarán nuevas formas de enseñanza y aprendizaje.

Por su parte la familia liderará la formación en valores fundamentales apoyada en el impulso que tomarán las escuelas de padres y las instituciones públicas y privadas para estimular las buenas prácticas y actualizar a los entornos familiares con la realidad y las tendencias actuales.

Para articular los esfuerzos de los diferentes actores del sistema educativo se habrá consolidado el Pacto por la Educación en Santander integrado por líderes representativos de diferentes sectores de la comunidad.

La educación en Santander será reconocida por la dignificación docente, la protección de los derechos de los niños y la participación activa y propositiva de todos los actores que darán sostenibilidad al sistema educativo, y un futuro de oportunidades para los niños, las niñas y adolescentes de la región.