En relación con lo anteriormente señalado, Juan Hernando Puyana, director de la Comisión Regional de Competitividad (CRC) – Santander Competitivo, manifestó que “Santander continúa ocupando posiciones importantes a nivel nacional en materia de competitividad; estos resultados sirven para seguir trabajando de manera decidida y articulada, en mejorar los desafíos y en potencializar las fortalezas de la región”.
Es importante destacar que la CRC Santander Competitivo, en alianza con la Cámara de Comercio de Bucaramanga y la Universidad Industrial de Santander, estructuraron un nuevo Plan Regional de Competitividad que plantea una visión al año 2032, y una hoja de ruta con las acciones necesarias para seguir posicionando a Santander como uno de los departamentos más competitivos del país; al respecto el Director agrega que “esta es una herramienta estratégica que esperamos sea apropiada por todos los actores de la región, para que trabajemos por un mismo objetivo, por el fortalecimiento de la competitividad y el mejoramiento de la calidad de vida de los santandereanos”.
De acuerdo con el análisis realizado por la CRC Santander Competitivo a raíz de estos resultados, sobre las principales fortalezas y desafíos del Departamento. En términos generales, de los 10 pilares que mide el IDC, Santander mejoró su puntaje en 6 de ellos; sin embargo, esto no significó necesariamente un mejor puntaje global ni una mejora en la posición de cada variable, pues existen regiones que también vienen haciendo bien la tarea.
Como la mayor fortaleza de Santander, consolidándose inclusive como la mejor región a nivel nacional, se posiciona la educación básica y media del departamento; principalmente por la cobertura en educación primaria, media y secundaria, y la calidad reflejada en los puntajes obtenidos en las pruebas Saber 5 y Saber 11, especialmente de los colegios oficiales. No obstante, con desafíos que persisten en cuanto a los niveles de deserción escolar en educación básica y media, y el número de estudiantes por aula en colegios.
Santander también se destaca en el pilar de sostenibilidad ambiental por aspectos como la gestión del riesgo y el número de empresas certificadas en ISO 14001, pero con grandes debilidades en la tasa de deforestación del departamento, la baja proporción de superficie cubierta de bosque y la inadecuada disposición de residuos sólidos.
Por otra parte, los desafíos departamentales se resumen en tres aspectos:
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Infraestructura: En el IDC 2018 este es el segundo pilar con más baja puntuación, que ubica a Santander en la posición 9 (entre 27), y en donde se reflejan debilidades en materia de servicios públicos y conectividad; tema que no es un secreto, si se revisan las problemáticas en materia de red vial primaria y secundaria existentes, así como los bajos niveles de ancho de banda de internet.
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Sofisticación y diversificación: Ocupando la posición 11 (entre 27), es claro que en Santander persiste la necesidad de diversificar la canasta y los mercados de exportación, así como aumentar la complejidad del aparato productivo. Es decir, se requiere generar productos con mayor valor agregado, que no sólo lleguen al mercado nacional, sino que además logren posicionarse a nivel internacional, y en diferentes destinos.
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Innovación y dinámica empresarial: En este pilar, además de ser el de más baja puntuación para el departamento, Santander pasó de ocupar la tercera a la cuarta posición; caída que se debe a las debilidades regionales en materia de investigación (explicados por el número de grupos de investigación A y A1, y el número de revistas indexadas), los bajos niveles de inversión en actividades de Ciencia, Tecnología e Innovación, el bajo número de registros de propiedad intelectual, y la débil dinámica empresarial en cuanto a emprendimiento y al número de empresas grandes y medianas.
En relación con lo anteriormente señalado, Juan Hernando Puyana, director de la Comisión Regional de Competitividad (CRC) – Santander Competitivo, manifestó que “Santander continúa ocupando posiciones importantes a nivel nacional en materia de competitividad; estos resultados sirven para seguir trabajando de manera decidida y articulada, en mejorar los desafíos y en potencializar las fortalezas de la región”.
Es importante destacar que la CRC Santander Competitivo, en alianza con la Cámara de Comercio de Bucaramanga y la Universidad Industrial de Santander, estructuraron un nuevo Plan Regional de Competitividad que plantea una visión al año 2032, y una hoja de ruta con las acciones necesarias para seguir posicionando a Santander como uno de los departamentos más competitivos del país; al respecto el Director agrega que “esta es una herramienta estratégica que esperamos sea apropiada por todos los actores de la región, para que trabajemos por un mismo objetivo, por el fortalecimiento de la competitividad y el mejoramiento de la calidad de vida de los santandereanos”.
De acuerdo con el análisis realizado por la CRC Santander Competitivo a raíz de estos resultados, sobre las principales fortalezas y desafíos del Departamento. En términos generales, de los 10 pilares que mide el IDC, Santander mejoró su puntaje en 6 de ellos; sin embargo, esto no significó necesariamente un mejor puntaje global ni una mejora en la posición de cada variable, pues existen regiones que también vienen haciendo bien la tarea.
Como la mayor fortaleza de Santander, consolidándose inclusive como la mejor región a nivel nacional, se posiciona la educación básica y media del departamento; principalmente por la cobertura en educación primaria, media y secundaria, y la calidad reflejada en los puntajes obtenidos en las pruebas Saber 5 y Saber 11, especialmente de los colegios oficiales. No obstante, con desafíos que persisten en cuanto a los niveles de deserción escolar en educación básica y media, y el número de estudiantes por aula en colegios.
Santander también se destaca en el pilar de sostenibilidad ambiental por aspectos como la gestión del riesgo y el número de empresas certificadas en ISO 14001, pero con grandes debilidades en la tasa de deforestación del departamento, la baja proporción de superficie cubierta de bosque y la inadecuada disposición de residuos sólidos.
Por otra parte, los desafíos departamentales se resumen en tres aspectos:
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Infraestructura: En el IDC 2018 este es el segundo pilar con más baja puntuación, que ubica a Santander en la posición 9 (entre 27), y en donde se reflejan debilidades en materia de servicios públicos y conectividad; tema que no es un secreto, si se revisan las problemáticas en materia de red vial primaria y secundaria existentes, así como los bajos niveles de ancho de banda de internet.
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Sofisticación y diversificación: Ocupando la posición 11 (entre 27), es claro que en Santander persiste la necesidad de diversificar la canasta y los mercados de exportación, así como aumentar la complejidad del aparato productivo. Es decir, se requiere generar productos con mayor valor agregado, que no sólo lleguen al mercado nacional, sino que además logren posicionarse a nivel internacional, y en diferentes destinos.
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Innovación y dinámica empresarial: En este pilar, además de ser el de más baja puntuación para el departamento, Santander pasó de ocupar la tercera a la cuarta posición; caída que se debe a las debilidades regionales en materia de investigación (explicados por el número de grupos de investigación A y A1, y el número de revistas indexadas), los bajos niveles de inversión en actividades de Ciencia, Tecnología e Innovación, el bajo número de registros de propiedad intelectual, y la débil dinámica empresarial en cuanto a emprendimiento y al número de empresas grandes y medianas.