Para transitar de una economía extractivista a una economía del conocimiento, productiva y sostenible, el Ministerio de Comercio, Industria y Turismo planteó y puso en marcha la Política de Reindustrialización.
La idea es cerrar las brechas de productividad, fortalecer los encadenamientos productivos, diversificar y sofisticar la oferta interna y exportable, y profundizar la integración con América Latina y el Caribe. 

Pero pasar del dicho al hecho es complicado si no hay una hoja de ruta clara y aliados estratégicos en las regiones. Juan Carlos Rincón Liévano, presidente de la Cámara de Comercio de Bucaramanga (CCB) explica que dentro de las dudas que debían resolverse estaba la de “cómo lograr que un empresario muy pequeño, en una etapa de subsistencia, dé el salto a ser un empresario con posibilidad de crecer, con ejercicios rentables, con acceso a tecnología y que eso le permita consolidarse”. 

Para sortear estos retos fueron creados los Centros de Reindustrialización Zasca, un proyecto que busca potenciar las micro, pequeñas y medianas empresas pertenecientes a diversos sectores tradicionales. Fue así como iNNpulsa Colombia, patrimonio autónomo del Ministerio de Comercio, Industria y Turismo, firmó un convenio con la Cámara de Comercio de Bucaramanga y las Unidades Tecnológicas de Santander (UTS), para poner en funcionamiento el primer centro Zasca de la región. 

Se trata de una unión de entidades que aportan sus conocimientos para generar herramientas a los empresarios, saberes que les tomaría mucho tiempo y dinero conocer si no fuera por el apoyo de los Zasca. 

“Este espacio en Bucaramanga estará enfocado en las vocaciones productivas de confección y calzado. Para la región se tiene una meta de 75 unidades productivas beneficiarias en los primeros seis meses y de 150 al completar el año. Buscamos, a través del emprendimiento, la innovación, el desarrollo de la economía popular y el fortalecimiento de las MiPymes colombianas”, explica el profesional de iNNpulsa Colombia, Sergio García.

Manos a la ‘moda’

Juan Carlos Rincón define el Zasca de la comunidad sistema moda como un espacio de escalamiento y consolidación que busca impactar la productividad. “Le apuesta a un tema importante de inclusión, que consideramos valioso, pues elevamos la productividad y fortalecemos la empresa”. 

El Zasca es una plataforma colaborativa. Las instituciones ponen al servicio diferentes herramientas como formación, asistencia técnica y generación de espacios de comercialización o búsqueda de clientes, lo que le permite al empresario resolver sus necesidades en menor tiempo o encontrar nuevos clientes.

“Les da un respiro en su proceso industrial o comercial. Desde la CCB aportamos la asistencia técnica individual con énfasis en productividad a los empresarios, las UTS les da la parte de la plataforma productiva, todas las maquinarias idóneas que para un empresario pequeño costaría mucho dinero y el Instituto Municipal de Empleo y Fomento Empresarial de la Alcaldía de Bucaramanga les ayuda a buscar nuevos clientes”, explica el vicepresidente de Servicios Empresariales de la CCB, Sergio Velásquez. 

Bucaramanga es privilegiada al tener el segundo Zasca del sistema moda a nivel nacional. Por ello, Velásquez cree que es importante “hacer la tarea bien hecha”, para continuar con el proyecto en la región. “Si le sirve al empresario, éste mejorará procesos, aumentará clientes y entregará un producto con mayor valor”, indica el funcionario.

Después de la convocatoria a los empresarios de los sectores confección y calzado, y de elegir a los beneficiarios, el proceso arranca con un ejercicio de diagnóstico. “Revisar qué necesidades tienen las empresas y formarlas para comenzar la intervención. Después de ese ejercicio siguen las instancias prácticas de mejoramiento de su línea y por último se realizan unas plataformas de relacionamiento, para que puedan encontrar una nueva demanda”, cuenta el vicepresidente de la CCB.

Además del sector moda, la región contará con cinco centros Zascas más para los empresarios de los sectores lácteos, panela, cacao, frutas y TEC. 

En la implementación de los seis Zasca se invierte más de $9.180 millones de pesos, de los que la Cámara de Comercio aportará más de $2.100 millones. Con estos recursos, 1.190 empresarios recibirán acompañamiento en el desarrollo productivo, en el tema de mejoramiento de diseño, tendencias, productividad, gestión comercial y mejoramiento estratégico y organizacional.

Buscar el valor agregado

La apuesta de la Cámara de Comercio de Bucaramanga es poder acompañar el componente de productividad en procesos, mejoramiento de tiempo y de costos en las plantas de producción.

Con el Zasca, los empresarios participan en una ruta de 90 horas de acompañamiento, de las que el 70% son en el centro productivo ubicado en las UTS y el 30% es acompañamiento individual de la CCB, pero en los negocios. “Es decir, vamos a fortalecer directamente a las plantas de la industria de producción de calzado y de confección. Es un sector muy tradicional al que le estamos apostando al mejoramiento sobre todo del diseño, de la propuesta de valor, de los de los empresarios y de los productos que se ofrecen”, indica la directora de Fortalecimiento Empresarial y Comunidades Empresariales de la Cámara de Comercio, Natalia Camacho Suárez.

Dentro de los retos que se plantearon al inicio del proyecto, cuenta Camacho, está crear la identidad propia de Bucaramanga como eje de la confección y el calzado. “Queremos trabajar, por ejemplo, en hacer la Denominación de Origen al calzado de Bucaramanga. Trabajar en procesos de innovación propia. Que la industria del calzado y de la confección no se una a lo que ya se está usando en Colombia o el mundo, sino que podamos nosotros desarrollar nuestros propios procesos creativos y diseños auténticos y de origen Santander”, cuenta. 

Dentro de las oportunidades de mejora está fortalecer la presencia de creativos en el sector pues hay muchos empresarios, pero pocos diseñadores. “Para ello hay que mejorar la productividad de las empresas, de la industria, del personal, el tema de trabajo en equipo. Hay un factor importante dentro del Zasca que es el componente de asociatividad, que también se va a trabajar fuerte porque hace falta unir toda esta oferta para poder cumplir la demanda internacional”.

Y es que dentro de los retos está cumplir con la gran cantidad de pedidos de compradores internacionales, pero un solo productor no da abasto para las cantidades que se necesitan. 

Fábricas de productividad: Más esfuerzos, más apuestas. 

También, como parte de la política de reindustrialización, el Gobierno Nacional a través de Colombia Productiva del Ministerio de Comercio, Industria y Turismo, en alianza con la Cámara de Comercio de Bucaramanga, hizo el relanzamiento de Fábricas de Productividad y Sostenibilidad, programa que busca mejorar la productividad, competitividad y rentabilidad de las empresas, para que produzcan más y mejor. 

De acuerdo con la vicepresidente de Crecimiento y Sostenibilidad Global de la CCB, María Alejandra Sampayo, con este programa se busca mejorar las capacidades especializadas de la región y de las empresas, a través de intervenciones de asistencia técnica y acompañamiento para mejorar sus procesos de producción, optimizar su consumo de energía, cumplir normas de calidad, promover la innovación y mejorar la gestión del talento humano, canales de comercialización y ventas, entre otros temas clave. 

“Hemos logrado ejecutar cuatro ciclos, desde mayo de 2019 hasta agosto de 2023, donde hemos atendido a 557 Mipymes y grandes empresas. Actualmente estamos en convocatoria para el quinto ciclo del programa donde los empresarios pueden seleccionar una de las líneas de servicio que son clave para el crecimiento productivo y sostenible de las empresas”.

Las nueve líneas de servicio son sostenibilidad ambiental, productividad laboral, productividad operacional, gestión de la calidad, gestión comercial, eficiencia energética, sofisticación de proceso o producto, logística y transformación digital.

“La Cámara de Comercio de Bucaramanga ejecuta el rol de entidad coordinadora para la implementación del programa en la región oriente. Durante los cuatro ciclos acompañamos técnicamente a las empresas con más de 33.000 horas bajo el modelo de extensionismo tecnológico y se invirtieron cerca de 7.900 millones de pesos para el desarrollo del programa”, explica, Sampayo.

Del sector manufacturero específicamente del sistema moda, empresas como Amnisia, Mis Bordados y Maja Fashion, han sido parte de Fabricas de Productividad y Sostenibilidad con resultados como: Ahorro en tiempos por aplicación de herramientas digitales, Reducción de costos de Talento Humano en procesos por Automatización y Ahorros generados por reducción de desperdicios. 

“Fábricas de Productividad es un instrumento clave para la ejecución de la Política de Reindustrialización del Gobierno Nacional y se proyecta como el motor para que el crecimiento de la productividad empresarial tenga como pilar la sostenibilidad ambiental, promoviendo el uso responsable de los recursos y aportando a que Colombia sea potencia mundial de la vida”, enfatiza, Sampayo.