De esta manera, la Resolución 719/15 del Ministerio de Salud y Protección Social estableció la clasificación de los alimentos para consumo humano.
 
Esta clasificación depende del riesgo que representa el producto para la salud pública, el cual puede ser alto, medio o bajo.
 
De esta forma, empresas de embutidos, bocadillos, lácteos, condimentos, vinagres, cafeterías, restaurantes y demás, con demanda creciente en Santander en los dos últimos años, deben tener el aval del Invima.
 
Alianzas para crecer
 
Si bien este es un proceso con alto contenido técnico y legal, que requiere de asesorías especializadas cuyos costos, generalmente, son elevados, es indispensable para que las empresas se fortalezcan, puedan comercializar sus productos en otros mercados y, a largo plazo, lleguen a consolidarse como industrias en su sector.
 
Por eso, de la mano de la Cámara de Comercio de Bucaramanga, CCB, e INNPulsa Colombia, muchos emprendedores y empresarios de todas las provincias de Santander se han capacitado sobre el tema.
 
Gracias a las Comunidades Empresariales y a la iniciativa CREEce, programa que hace parte de Ruta F, la estrategia de fortalecimiento empresarial de la CCB, alrededor de 160 empresas de la región se han formado en el tema y están iniciando su proceso acompañados de la asesoría técnica que necesitan.
 
Por un objetivo en común
 
“Buscamos fortalecer a los microempresarios en la importancia de hacer las cosas bien desde el principio. Esas capacitaciones buscan crear consciencia y hábito de mejorar los procesos y asegurar la inocuidad en cada uno de los procesos que se trabajan”, explica Sergio Velázquez
Bastidas, vicepresidente de Fortalecimiento de la CCB.
 
Quienes han recibido capacitación en trámites ante el Invima, inicialmente son visitados en sus establecimientos por el consultor. El objetivo es conocer y priorizar sus necesidades para iniciar la intervención en el proyecto, que se hace de forma personalizada.
 
Estas asesorías pueden incluir visitas de campo y asistencia técnica, así como talleres y capacitaciones en diversos temas.
 
“Nosotros nos exigimos como empresarios a brindar calidad a los clientes, al consumidor que busca productos sanos. Somos una empresa que está surgiendo y eso nos impulsa a que siempre mejoremos y miremos nuestros productos en un proceso con buenas prácticas de manufactura” Fiama Melissa Ávila González, gerente Arizona, chirizos y Longaniza.
 
Ejemplo para destacar
 
Los resultados de estas capacitaciones son positivos, palpables y medibles.
 
Arizona, Chorizos y Galantinas es una empresa ubicada en Puente Nacional que, gracias a las asesorías de los expertos en este tema, hoy tiene registrados ante el Invima cinco de sus productos: el chorizo tradicional, el chorizo picante, el chorizo dulce, el chorizo especiado y la longaniza, cuenta la gerente Fiama Melissa Ávila.
 
Arizona empezó elaborando productos cárnicos desde casa de forma artesanal, y por falta de este Permiso Sanitario no había podido expandir la comercialización.
 
“Si el objetivo es fortalecerse y crecer tu empresa de alimentos y aún no cumples las exigencias del Invima, es tiempo de hacerlo. Esto es un respaldo que nos beneficia a todos. Beneficia al empresario porque le permite estar en la legalidad, le permite expandir su negocio y participar en cualquier evento. Para el consumidor es importante que conozca que el producto está siendo revisado y vigilado por la autoridad competente”, puntualiza el Vicepresidente de
Fortalecimiento.