Gonzalo "Ruchy" Rojas Aparicio es un chucureño de 63 años, que habla con voz enérgica, que desborda optimismo y siempre sella sus frases con una amplia sonrisa. "Ruchy" es el gran libro jamás escrito de los tenderos de Santander. Los ha visto crecer, los conoce a todos, sabe sus historias, los escucha, es su voz ante s proveedores y hasta sabe quién vende las mejores cucas, los brazos de reina, los tamales y muchos otros productos.

Sin proponérselo, a finales de los 70, "Ruchy" dio el salto de comentarista deportivo en radio a ser interlocutor de los tenderos. Han sido 30 años en radio y televisión hablando con este sector empresarial y desde hace cuatro se conecta a las redes sociales. Así realiza el Facebook Live que lleva su marca: “Que hablen los tenderos”.

Con la Cámara de Comercio de Bucaramanga ha estado 'hombro a hombro' participando en Ruta F, la estrategia de fortalecimiento empresarial. Con la Oficina Móvil de la CCB ha visitado los 87 municipios de Santander con el programa "Ser formal es mejor negocio". También ha participado en la estrategia Comunidades Empresariales, como apoyo al sector de las ferreterías, panaderías y tiendas. Con estos últimos ha intervenido en campañas, entre ellas "Todos a mi tienda, vecino del barrio cómprele a su tendero".

Impulso Empresarial habló con él, el gran conocedor de los tenderos, aunque nunca ha querido tener tienda. También aportó su visión sobre el gremio, uno de los sectores de la economía más querido por todos.

¿Qué representan los tenderos para la economía regional?

"Todo. Las tiendas son la fábrica de barrio en Colombia. El tendero es un amigo, es un confidente, es el que atiende a cualquier momento, el que nos guarda las llaves, el que nos fía, el que tiene de todo y activa la economía en el barrio, incluso, es hasta el banco porque hasta prestan algunas veces".

¿Cómo ha sido la transformación de la tienda en nuestro medio?

"He visto nacer tenderos en tiendas chiquiticas y hoy tienen su casa o alguna torre de apartamentos y su tienda, como un tendero en el barrio San Francisco, que es ejemplo de todos. Empezó con su tiendita en el primer piso, sacó además profesional a sus tres hijos, porque una tienda bien administrada deja 'chivitos', como digo yo, es decir, deja platica (risas). Durante los 30 años he visto tenderos que venden leche, huevos y pan, esa es la tienda tipo C, hasta transformarse en una tienda tipo B y la A".

En cifras, ¿cuál es el universo de los tenderos del área metropolitana?

"En Bucaramanga hay 8.700 tiendas de barrio. Ya hay mucho tendero que se ha formalizado gracias a los programas de la Cámara de Comercio de Bucaramanga, porque hace años al tendero no le gustaba formalizarse.

Entre Bucaramanga y el área metropolitana estamos llegando a las 16 mil tiendas de barrio. En Colombia estamos llegando a las 800 mil. Una tienda de barrio bien surtida tiene más de 140 productos diferentes, y en promedio entre 25 y 40 clientes fijos, pero muchos se hacen fijos en el cuaderno (fiando)".

Mencione una amenaza comercial que han afrontado los tenderos en esta época

"El tendero en todos los barrios y ciudades ha sido golpeado por los nuevos formatos, las tiendas de descuento, pero el tendero ha sabido capotear esto, y aunque se han cerrado algunas tiendas, otras se han abierto, como en Piedecuesta, por Los Tejaditos y Barroblanco.
Aquí es donde campañas como 'Todos a mi tienda, vecino del barrio cómprele a su tendero', han sido muy importantes para apoyar a los tenderos".

“Estoy enamorado de servirles, por eso yo toco las puertas de las empresas buscando la promoción, la oferta, el descuento y la capacitación para el bienestar de ellos".

Los tenderos, en pocas palabras

• La primera que visitó: la de Don Pedro, en el barrio Comuneros. Cuando lo visité tenía 85 años de vida y 60 como tendero.
• La megatienda: Supermercado y Tienda Brisas de Girardot, de don Emiro Rodríguez. Él surte a las tiendas pequeñitas y les da muy buen precio. Don Emiro lleva con la tienda unos 45 años.
• La más tradicional: la tienda Doña Lola, arriba del parque de Floridablanca. Cumplió en diciembre 85 años de vida y 60 como tendera. En la tienda tiene la placa de Industria y Comercio #003, viene a ser la tercera que se fundó en Floridablanca.
• Un referente: la tienda de doña Lilia, en el barrio Girardot; ella está llegando a los 85 años de edad y 60 de ser tendera. Va a todas las fiestas de los tenderos, es de buen humor, le dice la verdad a todo el mundo en la cara y vende un masato con cuajada espectacular.
• Tres cualidades: un tendero debe ser organizado, respetuoso y atento.
• Un consejo: deben unirse, porque la asociatividad marca la diferencia y se consiguen muchas cosas.

POR AMPARO FORERO J.