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Revista Directa, edición número 35, Sección Dinámicas
Mayo 01, 2021
Unidos por el sector de las Tecnologías
Los retos que traen consigo las nuevas tecnologías, así como la gran fortaleza en desarrollo que tiene la región, fueron unas de las razones que motivó la creación del clúster TI. Este espacio busca generar mayor competitividad y ser una especie de puente de innovación para que las empresas vinculadas vayan siempre un paso adelante.
Desde 2012, la Cámara de Comercio de Bucaramanga (CCB) ha implementado procesos de clusterización con el fin de unir a los actores de los principales sectores económicos del departamento en torno a la creación de estrategias competitivas que impulsen sus negocios a través de la innovación y el fortalecimiento empresarial.
 
La vicepresidente de Crecimiento y Sostenibilidad Global de la CCB, María Alejandra Sampayo Guerrero, explica que el objetivo de crear iniciativas clúster nació para potencializar los sectores que más le están aportando al PIB de la región.
 
“Las iniciativas clúster son conjuntos de acciones colaborativas y coordinadas entre actores (gremios, gobierno, academia) de un mismo sector, unidos para trabajar de manera colaborativa e impulsar la competitividad. El mayor beneficio que tiene esta metodología es dejar de pensar de manera independiente para pensar en intereses comunes que fortalezcan el sector. Con el clúster hay acciones colaborativas que van encaminadas a temas de innovación, de sofisticación de productos, de generación de alianzas estratégicas e internacionalización”, dice Sampayo.
 
En estos ocho años de trabajo, la CCB ha afianzado sus conocimientos en este tipo de iniciativas y ha logrado desarrollar y consolidar exitosamente seis clústeres en Santander: construcción, turismo, salud, café, cacao y el recién creado clúster TI.
 
Lo primero, explica la vicepresidente de Crecimiento y Sostenibilidad Global de la CCB, es identificar los segmentos de negocio en los cuales las empresas son más competitivas, analizando factores como especialización de producto, tecnologías, clientes, mercados, entre otros.
 
“En estos clústeres desarrollamos proyectos que generan impacto positivo en la región, además de destacarse el liderazgo empresarial, pues la Cámara es un facilitador, pero realmente los que lideran la iniciativa son los mismos empresarios, y eso es clave, un factor de éxito, porque están participando activamente en estos roles con total transparencia y voluntad”, puntualiza Sampayo.
 
Otro de los puntos a destacar de estas iniciativas es el modelo de gobernanza, en el que se traza un horizonte a largo plazo y se determinan distintos niveles de participación dentro de los clústeres. Es ahí donde se definen las líneas de trabajo en las cuales las empresas pueden participar de acuerdo a su interés y enfoque empresarial.
 
“Dentro de las iniciativas puede participar cualquier empresa. Con el modelo de gobernanza se define un comité estratégico, que es el encargado de liderar la visión del clúster. Igualmente se cuentan con mesas operativas en las cuales se coordinan acciones y se designan los proyectos a priorizar; y finalmente, está la plenaria, que reúne a todos los actores de un clúster para trabajar temas de interés y presentar los proyectos y acciones que se están desarrollando”, explica la vicepresidente de la Cámara de Comercio de Bucaramanga.
 
 
TI, un sector con muchos retos
 
Sobre el más reciente clúster, cuyo lanzamiento fue en noviembre de 2020, después de un año de desarrollo metodológico, Sampayo cuenta que lo que se busca es fortalecer el talento humano, posicionar a las empresas vinculadas y generar un ecosistema que fortalezca la oferta y demanda en la industria de las tecnologías en el departamento.
 
Además, gracias a un convenio firmado con iNNpulsa Colombia para trabajar y profundizar en la Economía Naranja, la CCB priorizó el clúster TI como uno de los de mayor potencial en la región.
 
“La industria del software y desarrollo en Santander siempre ha sido muy reconocida porque tiene una economía de conocimiento muy fuerte, una economía a partir de generación de desarrollo de software especializado en otras industrias. Es un sector con proyectos detonantes y que tiene apuestas también a largo plazo que se debían trabajar, pero faltaba madurar la idea y faltaba trabajar en colaboración”, indica Sampayo acerca del proceso de elección del sector y de conformación de la iniciativa clúster.
 
Además, cuenta que la consolidación de la estrategia es el resultado de un análisis de la industria, basado en las capacidades del sector de cara a las necesidades de mercados sofisticados que demandan productos especializados.
 
Aunque la iniciativa nació en tiempos antes de la COVID-19, fue precisamente la pandemia lo que dejó clara la importancia de enfocarse en las nuevas tecnologías y apoyar para que las empresas en esta área tuvieran más y mejores propuestas para sus clientes.
 
“El proyecto inició en octubre de 2019, y cinco meses después cae la pandemia. Para nosotros también fue un reto importante hacer que las empresas de tecnología, con ese compromiso y ese nivel de participación que requiere un ejercicio de estos, nos acompañarán durante todo el proceso”, recuerda Sampayo Guerrero.
 
El reto más fuerte al comienzo tenía que ver con involucrar a las empresas en el proceso, y eso lo lograron planteando una iniciativa TI sólida con grandes oportunidades para los empresarios locales. Las empresas que conforman, o pueden conformar, el clúster son todas aquellas que proveen soluciones con base tecnológica y que sean estratégicas para el modelo de negocio de sus clientes.
 
Según la Vicepresidente esta descripción “abarca absolutamente todos los sectores. Por tanto, identificamos de los eslabones, de los segmentos de la cadena de valor de tecnología, cuáles son los que generan mayor innovación y cuáles son los que mayores retos estratégicos tienen. Este tipo de empresas son las que tienen proyectos propios de software, y en su defecto son fábricas de software en el departamento”.
 
De cara a la tipología de las empresas que van a participar se despliegan tres nuevas metas. La primera tiene que ver con que las entidades dejen de ser empresas que bajo un requerimiento fabriquen un software, sino que contribuyan a la estrategia de las empresas a las que les están prestando el servicio. Es decir, que se conviertan en aliados tecnológicos  que no se limitan sólo al desarrollo de software, sino que van mucho más allá en su aporte.
 
“Eso representa un mayor nivel de conocimiento, de capacitación, de una serie de estrategias que van a permitir que las empresas de tecnología que se dedican al desarrollo de software tengan que evolucionar en la prestación de sus servicios. El segundo gran reto estratégico para transformar el sector tiene que ver con industrias que tienen especialidades por vertical, aquellas especializaciones tecnológicas en salud o en alimentos o en turismo, entre otras”, explica María Alejandra Sampayo.
 
En este punto, el reto es que puedan evolucionar a ser hiper especialistas en un nicho. Lo que significa, por ejemplo, que empresas especializadas en soluciones tecnológicas al área de salud sean referentes de nivel superior en temas de software de inventarios o en historia clínica.
 
Finalmente, el otro reto importante es hacer que las empresas terminen siendo especialistas por tecnologías, que aquellos que decidieron especializarse por componente tecnológico sean los mejores, ya sea en Big Data o Internet de las Cosas. Que se especialicen en un grado superior en la tecnología en la que están prestando el servicio, y sobre eso puedan brindar soluciones en cualquier nivel.
 
Para cumplir estos retos, explica Sampayo Guerrero, se está trabajando en tres pilares fundamentales para fortalecer la industria de tecnología en Santander: modelos de co-creación y conocimiento en verticales, marketing en posicionamiento empresarial y retención, capacitación, y captación del talento humano.
 
“Bajo estos pilares hemos trabajado conjuntamente con las empresas e instituciones, con personas con alto conocimiento. Hemos revisado además qué cosas están ejecutando países con características similares a Colombia, y antes de determinar los objetivos hicimos un benchmarking internacional que nos dio la hoja de ruta de lo que será el plan estratégico del clúster TI”, enfatiza la vicepresidente de Crecimiento y Sostenibilidad Global.  
 
RECUADRO ADICIONAL
Un logro tangible: un laboratorio de construcción único en el mundo
 
El empeño mancomunado de la Cámara de Comercio de Bucaramanga (CCB) con los empresarios, entidades y la academia ha dejado varios logros para los seis clústeres con los que cuenta Santander.
 
Este trabajo de muchos años de compromiso ha conseguido materializar retos e impulsar sectores económicos. El empeño les ha merecido reconocimientos a varias iniciativas clúster (construcción, café, salud y turismo), premiadas a nivel nacional, por encima de muchas regiones principales de Colombia.
 
Estos esfuerzos lograron un nuevo hito en 2020. Uno único en el mundo que deja a Santander como pionero en lo que respecta a iniciativas clúster en construcción: el Laboratorio de Construcción Sostenible, Testeo.
 
“El clúster de construcción está encaminado a la sostenibilidad, se enfoca en temas de construcción sostenible, y la estrategia que tiene es valor total para el producto, para los mercados y para el capital humano. En las tres líneas de gestión (innovación de valor total, plataforma de productos y modelos de financiación y ecosistema industrial y digital) nos enfocamos en crear este primer laboratorio de construcción sostenible en el país”, explica María Alejandra Sampayo.
 
Desde este laboratorio, que fue inaugurado en enero de 2021, los empresarios pueden encontrar nuevas formas de construir de manera sostenible, investigaciones en tema de aguas, materiales, infraestructura y procesos. Testeo servirá para que los empresarios puedan prototipar antes de construir de manera sostenible.
 
El laboratorio, ubicado en el Parque Tecnológico Guatiguará, en Piedecuesta, no tiene ambientes estériles, ni tubos de ensayo, microscopios o jeringas. Se trata de un apartamento modelo con terraza que se puede rotar en ocho posiciones para evaluar el comportamiento de la ventanería, de materiales, temas de eficiencia energética, confort y energías renovables.
 
Desde 2015, este laboratorio une a 14 entidades trabajando en partes específicas del proyecto como diseño arquitectónico, análisis de eficiencia energética y confort, diseño eléctrico, sistema de domótica, entre otros.
 
Es un proyecto muy importante que tiene previsto ser epicentro de investigaciones y desarrollos orientados al sector de la construcción. En Testeo se pueden probar nuevas estrategias para el ahorro de agua y energía, garantizar el confort térmico y analizar materiales”, dice Sampayo Guerrero.
 
Con Testeo, el clúster construcción espera ser el anfitrión de proyectos a escala nacional e internacional, pues a la fecha no existe un laboratorio con estas condiciones en el mundo.
 
“Revisamos 17 proyectos en 12 países, y ninguno es como el laboratorio del clúster. Hacer cambios con Testeo es muy flexible. Si quieren modificar el espacio para simular un dúplex, se puede hacer lo mismo para probar temas de climatización. El espacio hace las veces de un piso intermedio con un techo que simula una terraza verde, para probar más y mejores formas de diseñar y construir sosteniblemente”, enfatiza la vicepresidente de la CCB.
 
Este apartamento / laboratorio contará con 80 metros cuadrados, una habitación principal, dos alcobas auxiliares y dos baños, uno con acceso a movilidad reducida. Además, como parte integral del proyecto, el laboratorio estará sensorizado y vigilado, para recopilar la data de cada investigación y desarrollo que tenga lugar en Testeo.
 
Esta idea nació en el marco del programa Colombia más Competitiva, y recibe financiación de la Embajada de Suiza a través de la Cooperación económica y Desarrollo (SECO), la CCB, empresarios y entidades de la región. El ingeniero Adriano Otero, de Oteco Ltda. es el director técnico del proyecto, y Eduardo Melo McCormick, de Sociedad Melo y Álvarez proyectistas y constructores asociados, es el director de la obra.
 
“Es un hito para Santander, porque el sector construcción es uno de los ‘jalonadores’ de nuestra economía a nivel nacional. También es un hito poder tener ese laboratorio en nuestra región, y sobre todo ahora que hablamos cada vez más de temas de sostenibilidad, de economía circular y que las empresas están tratando de dejar legados para el futuro”, puntualiza Sampayo.
 
Para la vicepresidente de Crecimiento y Sostenibilidad Global de la CCB, la Cámara tiene un especial énfasis en seguir aumentando la sostenibilidad en las empresas de la región, y el laboratorio precisamente le apunta a cumplir con estas metas, logrando que Santander cada vez tenga más construcciones que dejen un legado.
 
 
 

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